top of page

análisis DE LA ACTIVIDAD DEL MNA

RECURSOS BIBLIOGRÁFICOS

     GUÍA DIDÁCTICA DEL PROFESOR

3.1. INTRODUCCIÓN AL ANÁLISIS

3.2. PROGRAMACIÓN DEL MNA

3.2.1. Exposición permanente

3.2.2. Actividades temporales

- Exposiciones temporales

- Otras actividades

- Programación musical y espectáculos

3.2.3. Conclusiones programación MNA

3.3. EDUCACIÓN Y MEDIACIÓN DEL MNA

3.3.1. Introducción

3.3.2. Actividades educacionales principales

- Visitas escolares

- Actividades infantiles

- Actividades para adultos

3.4. CONCLUSIONES

       

 

3.1. INTRODUCCIÓN

        A lo largo de este análisis haremos un recorrido por la totalidad de las actividades del MNA. En primer lugar, nos hemos detenido brevemente en la exposición permanente que es la que da sentido en primera instancia a la función de este museo estatal, como hemos visto en los dos primeros análisis, y la cual, en mayor o menor medida, marca el pistoletazo de salida a las actividades temporales que se realizan en el museo.

        Es importante mencionar, antes de pasar al análisis en cuestión, que el museo no ha contado, al menos desde el último plan de actuación implantado, con una programación lineal: con eso queremos decir que no hay un número exacto de exposiciones temporales al año, las actividades paralelas no tienen un ritmo, ni siguen una constancia y cierto tipo de talleres o actividades se realizan una única vez y no vuelven a repetirse en algunas ocasiones. Es decir, no hay un eje vertebrador que sirva de esquema para todas las actividades temporales, sino que, en cada trimestre, éstas se realizan de manera diferente.

        Por ello, hemos optado por informar del tipo de actividades que realizan, de los contenidos que suelen tratar y las líneas que suelen seguir.

        Finalmente, analizamos la dimensión educativa del museo principalmente a través de las actividades de dinamización infantil, que, a diferencia de las otras actividades temporales, se trata de un servicio de contratación externa.

3.2. PROGRAMACIÓN DEL MNA

   3.2.1. Exposición permanente

        El museo posee una vasta colección de piezas, cuya procedencia es heterogénea no sólo en origen geográfico, sino también en la manera en la que pasan a formar parte de la colección del museo, tal y como se ha especificado en el análisis de patrimonio. Y es que, dada la historia del museo, no podemos decir que sea una colección compuesta con un único fin, pues este ha ido evolucionando con el paso de los años. Actualmente, la colocación de esta se ubica en las tres plantas del edificio, y para ello han establecido un criterio geográfico: una planta dedicada a América (P2), una a África (P1) y otra a Asia (concretamente a Filipinas, PB). En esta planta baja, además, el espacio es más amplio y por ello, en sus alas, hay también una sala dedicada a los orígenes del museo (colección ligada a la Antropología Física), otra a las religiones del mundo y otras dos en las que se celebran las exposiciones temporales.

        La exposición permanente se caracteriza por un valor casi científico, ya que esta se mueve cercana a la visión característica de la  Antropología del siglo XX, en la que se analiza a las sociedades de otros lugares del mundo desde una mirada externa, de la concepción del “nosotros” y los “otros”. Además no debemos olvidar que se trata de la actividad principal del museo en el sentido de que es la que disfruta de más espacio expositivo, dada su categoría de Bien de Interés Cultural y el marco jurídico del “museo estatal” en la que se inserta. Sin embargo, y como veremos en lo que sigue de análisis, serán las actividades temporales las que efectivamente añaden una visión más actual de la Antropología y hacen honor a las nuevas líneas de actuación que el museo sigue desde 2013, ya descritas en el apartado último del análisis jurídico.

3.2.2. Actividades temporales

- Exposiciones temporales

        La programación dinámica del MNA se centra en el cuadro de exposiciones temporales. Dentro de este marco, el museo ha llevado en los últimos años dos líneas expositivas fijas. La primera, de carácter modesto y que no necesita montaje, es Antropología (in)visible, que consiste en sacar a la luz piezas de sus fondos exponiéndolas en una vitrina. De esta serie se han realizado diversas muestras desde el 2012, la última la actual Antropología (in)visible: Muñecas, ¿mujeres en miniatura?

        La otra línea expositiva suele constar de cuatro exposiciones a lo largo del año y suelen ocupar las salas destinadas a exposiciones temporales (las situadas en el ala este de la planta baja). Esta dinámica se ha implantado en los últimos años, fomentada también con el nombramiento del actual director del museo, Fernando Sáez Lara, en 2013.

 

Antropología (in)visible:

        Dichas exposiciones se engloban dentro de la iniciativa promovida por el museo de “del almacén a la vitrina”. Son exposiciones que amplían el recorrido de la exposición permanente y que a menudo coinciden en tiempo y lugar con otras temporales, en ocasiones incluso estableciendo un diálogo.

        Esta exposición consta de una vitrina en la que se exponen elementos sacados de los almacenes del museo para ampliar la exposición permanente. Si bien es cierto que las piezas expuestas lo están únicamente de manera temporal, permiten al visitante conocer piezas hasta ahora almacenadas, a través de un análisis exhaustivo realizado por los comisarios que les da un carácter protagonista.

        La primera exposición que el museo realizó dentro de este espacio fue en 2012, y desde entonces  ha ido dividiendo el tiempo dedicado a cada eje temático dentro de este apartado expositivo en exposiciones de tres a cuatro meses. Ese mismo año, por ejemplo, sacaron del archivo con motivo del periodo navideño la exposición Belenes del mundo, en la que mostraron figuras de distintas procedencias y que propició actividades y talleres para toda la familia en torno a la tradición del belén figurativo.

        Es importante destacar que, si bien es cierto que esta programación es independiente de las exposiciones temporales “principales” (las que ocupan las salas de exposiciones 1 y 2, por ejemplo), en los últimos tiempos suelen ser exposiciones correlacionadas, como ocurre por ejemplo en la actualidad: no resulta difícil encontrar vínculos entre  Antropología (in)visible: Muñecas, ¿mujeres en miniatura? y Aún lo pueden todo: 50 años de Madelman. Una mirada antropológica a la colección de José Manuel Cortés, la exposición vigente.

 

Exposiciones temporales:

        Cabe destacar que las exposiciones temporales del museo se han desarrollado más allá de estas dos líneas con otro tipo de exposiciones. Por ejemplo, el museo desarrolló entre octubre del 2016 y febrero del 2017 la exposición Balkaneros: el Festival de trompetas de Guča (Serbia). Dicha exposición se realizó en los exteriores del museo, aprovechando la verja exterior para instalar una serie de lonas con series fotográficas.

        Siguiendo esta línea, el museo tiende a aprovechar al máximo el espacio del que dispone, por lo que no es difícil encontrar exposiciones que sobrepasen las salas de exposiciones temporales.

 Por lo tanto, generalmente, las muestras temporales se presentan en las dos salas destinadas expresamente a exposiciones temporales, una sala multiusos, con frecuencia en el zaguán y, en ocasiones, en las vallas exteriores (como ocurrió en la pasada exposición El lenguaje de las telas). Estas suelen tener un recorrido libre, dado que las salas son diáfanas y, sobre todo en los casos en los que se utiliza también la sala central del museo (el zaguán, un espacio situado en el centro del edificio al que lo rodea la exposición permanente de Filipinas, véase el plano del edificio).

        Podría decirse que, principalmente, las últimas exposiciones que se han llevado a cabo han tenido un carácter divulgativo científico, en el que el formato fotográfico ha tenido una fuerte presencia frente a otros formatos artísticos, si bien es cierto que a menudo se ha expuesto más de un formato, aprovechando recursos multimedia u objetos. Buen ejemplo de ello son las exposiciones realizadas en 2017: Turkana. Un mundo que se agota, inaugurada en marzo del 2017, que combinaba una serie fotográfica, documentación y objetos que reflejaban estilos de vida de la zona próxima al lago Turkana.

        En el caso de la exposición Mujeres del Congo. Fotografías de Isabel Muñoz y Concha Casajús, que también se inauguró en marzo del 2017, instalada en la sala central del museo, fue una exposición únicamente fotográfica.

        Posteriormente se inauguró en junio una exposición monográfica acerca de Fernando Nguema y su universo Fang, dedicada a la obra escultórica del artista. Ésta podría considerarse la exposición más “artística” del año 2017, si bien no estuvo exenta de ese carácter divulgativo que caracteriza al museo, ya que un pilar fundamental fue la intención de dar a conocer estilos artísticos típicos de la zona de Guinea Ecuatorial. Esta exposición estuvo además relacionada con un proyecto coordinado desde el Real Jardín Botánico de Madrid, Flora de Guinea Ecuatorial, proyecto de investigación que hacía un balance de “75 años de exploraciones botánicas del país”.

  La última exposición del año fue Tráfico de esperanzas: los caminos de la migración en el norte de África. Esta exposición fotográfica tuvo un carácter divulgativo. Las imágenes se caracterizaban por su estilo periodístico y documental, aportando un valor de denuncia y concienciación ciudadana sobre la terrible realidad de aquellos que se ven en esa situación extrema de tener que cruzar fronteras de forma ilegal.

         Todas estas exposiciones, junto a la recientemente clausurada El lenguaje de las telas, formaban parte del ciclo Ubuntu, un ciclo que ha durado más de un año y en el que se han desarrollado exposiciones temporales cuyo nexo era el protagonismo del continente africano. La palabra Ubuntu procede de las lenguas zulú y xhosa. Se entiende como un concepto perteneciente a la tradición africana y que engloba conceptos como la lealtad, la humildad, la humanidad, empatía.  A través de este ciclo y del nombre que le dieron, el museo quería acercar de manera positiva costumbres y tradiciones artísticas africanas poco conocidas en España, así como concienciar de las problemáticas que se dan en el continente.

  Como se ha mencionado anteriormente, el museo procura aprovechar al máximo el espacio del que disponen, por lo que es frecuente encontrar, además del espacio destinado a Antropología (in)visible, otros espacios reducidos para exposiciones. Dos ejemplos recientes de esta metodología son Retratos de un nuevo Congo. Fotografías de María Primo de Rivera, que convivió con la exposición permanente de la Sala de África (P1), y es también el caso de la reciente Imágenes de una Exposición. Filipinas en el parque de El Retiro, en 1887, que fue emplazada entre el espacio central del museo y la sala de Filipinas, inauguradas ambas a finales del año pasado.

        En lo que respecta a estas exposiciones temporales, el museo ha hecho el esfuerzo de hacer más del doble de exposiciones en los últimos años. Por poner un ejemplo, tanto en 2012 como en 2013 se realizaron dos exposiciones anuales, frente a las ocho celebradas en el 2017 (contando con todas las modalidades expositivas previamente descritas). Esto refleja la nueva política y filosofía del museo, así como su esfuerzo por realizar una programación de calidad, variada y rica. Es de destacar esta ampliación en el número de exposiciones anuales, además de haber ideado maneras de hacer convivir exposiciones simultáneamente, haber sabido “jugar” con el espacio del que disponen y aprovechado al máximo las oportunidades que el espacio y la permanente les brinda.

Otras actividades:

        Ya hemos mencionado que las exposiciones temporales cumplen, de alguna manera, con la función de eje de programación, ya que existen una serie de actividades paralelas que desde el museo se realizan a lo largo de la duración de éstas.  Por lo que, con motivo de las exposiciones, desde el museo plantean una programación subordinada, en la que se incluye una visita guiada a la exposición temporal en una fecha indicada con un ponente o experto invitado, así como actividades para familias, niños, bebés, jóvenes o todos los públicos.

        Las actividades que se realizan paralelamente a las muestras temporales se dividen en relación a la franja de edad para la que están pensadas, incluyendo también un apartado de actividades en familia. Un ejemplo de este tipo de actividades fue el caso del taller Palabras pintadas que se desarrolló con motivo de la exposición El lenguaje de las telas. Así se desglosan en actividades para adultos, actividades para familias, actividades para niños y actividades para tod@s.

        El museo tiene además una programación paralela a la actividad expositiva, aunque ésta suele estar vinculada más bien a la relación con la Antropología. Desde el museo han acogido proyecciones cinematográficas dentro de la Muestra de cine indígena de Madrid o la Muestra de antropología audiovisual de Madrid recogidas en la que denominan Una semana de cine.

        Como hemos visto, a lo largo del año realizan todo tipo de actividades, buen ejemplo de ello son las citadas anteriormente. Dichas actividades suelen ser en su mayoría promovidas desde y por el mismo museo. Sin embargo, en distintos momentos del año, el museo participa de actividades propuestas desde otros organismos, como puede ser el Gastrofestival (en el que han participado en los últimos años dedicando cada vez la edición a una temática concreta, siendo en el 2018 la cerveza del mundo y en el 2017 la gastronomía senegalesa); La Noche de los museos, La Semana de la ciencia (durante la cual han realizado en los últimos tres años talleres como el celebrado el año pasado  Descubriendo al/ a la científic@ que llevas dentro: un viaje al fascinante mundo de la investigación, pensadas para estudiantes de bachillerato) o La Noche del Prado y del Retiro.  

        Como actividad propia, por lo tanto, podríamos decir que se centra en talleres pensados para todos los públicos, así como campamentos infantiles de verano. Próximamente, por ejemplo, el museo celebrará con motivo del día del Museo Joven, una serie de actividades y talleres pensadas para público adolescente. Organizan también, en colaboración con la escuela de fotografía EFTI, dos talleres de fotografía (uno matinal y otro vespertino) pensados para jóvenes entre 15 y 17 años y 18 y 20 años respectivamente, en el que el museo propondrá, a través de la fotografía, una reflexión que ponga el foco sobre aspectos relacionados con uno mismo y la propia imagen, acercando la mirada antropológica a los valores sociales y la actualidad que nos rodea. Celebrarán también un taller de bodypercussion, que describen en su web como una terapia estupenda que permite conocer mejor el propio cuerpo. Así como un  encuentro Flash-Mob y un concierto-taller contra la violencia machista. El museo no suele programar actividades para esta franja de edad (prueba de ello es, que hasta hace poco, no existía la pestaña “actividades para jóvenes” en su página web), sin embargo, con esto se les abre la oportunidad de acercarse a nuevos públicos y de transmitir valores humanos y sociales, filosofía que mueve al museo y en la que se centran las propuestas del actual director.

        Sin embargo, son las actividades infantiles en las que el museo más se vuelca. Éstas van desde las visitas de colegios que reciben durante el año escolar hasta los campamentos de verano, pasando por juegos de pistas que mantienen activos tanto permanentemente como en ocasiones puntuales. También celebran cuentacuentos, conciertos infantiles, etc.

        Por último, dentro de lo que catalogamos como la actividad más académica o científica, el museo celebra presentaciones de libros, conferencias, mesas redondas, seminarios… Siempre con motivo de la celebración de algún evento: puede ser a raíz de exposiciones, como ocurrió con motivo de la exposición del 2017 Mujeres del Congo: arte y compromiso y las mesas redondas que se celebraron bajo esta temática; pero también se han celebrado actividades con motivo del día de África, del día mundial del Alzheimer (se celebró en 2017 un taller llamado Jugar, coser y cantar) o los cursos anuales que realizan junto a la Asociación de Amigos del MNA. El año pasado dedicada a la gastronomía, Comer es cultura, antropología de la alimentación y que en su última edición, celebrada en marzo de este año, se tituló Sexualidades, géneros y culturas: miradas desde la antropología.

Programación musical y espectáculos:

        Gran ejemplo de la diversidad a la hora de programar puede ser la agenda de conciertos, que ha tenido dos ejes. Por un lado, en el 2017 realizaron un ciclo de conciertos con temática africana (organizan un ciclo de conciertos veraniegos que llevan a cabo cada temporada y que aloja conciertos de distinto estilo). Por otro, dada su naturaleza de museo estatal, el MNA acoge conciertos dentro del Musae.

        Para entender mejor el tipo de eventos musicales que tienen cabida en el museo, se detallarán a continuación los conciertos de los últimos 18 meses.

        Por un lado encontramos una programación musical que aporta ritmos étnicos (especialmente de origen africano). Ejemplo de ello fueron el concierto África percusión: imparables y reivindicativos ritmos senegaleses tradicionales así como el concierto Afreekadha: Una fusión diferente, magnética, renovadora o el concierto de Lión Sitté el reggae más auténtico y africano. También se han realizado conciertos, aunque siempre vinculados a África, con ciertas influencias étnicas de fusiones y músicas más actuales, con grupos que combinan ritmos y esencias, como fue el caso de Dnoé Lamiss y su espectáculo Arkania: a new world is possible, que combinaba ritmos, hip hop y baile.

        De igual forma, y contrarrestando un poco con esta temática, el museo ha acogido conciertos de música clásica dentro de la programación de Musae: Micro Recitales como La voz del violín: música europea de la primera mitad del siglo XX o el concierto interpretado por la soprano Dania Rodríguez y el pianista Andrés Martínez Canciones españolas de Fernando ObradorsSendas actuaciones fueron organizadas por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, la fundación Eutherpe y la fundación Daniel y Nina Carasso. Promovido por Musae fueron también los micro recitales Aires populares de España y América.

        En lo que al 2018 se refiere, la programación del ciclo de conciertos de verano seguirá con temática africana, aunque se centrará en la música afrodescendiente en América y constará de cuatro conciertos (se celebrará un concierto semanal, todos los jueves del mes de julio de 2018). Tanto los conciertos celebrados en el verano pasado como los de este próximo, se incluyen dentro del ciclo Ubuntu, programación que no tiene un carácter exclusivamente expositivo como ya hemos mencionado, sino que ha enmarcado todas aquellas actividades cuyo protagonista haya sido el continente africano.

        Además de conciertos, en cuanto a artes escénicas se refiere con motivo de Carnaval el museo celebra cada año un espectáculo, que dedican a un país o región en cada ocasión.

3.2.3. Conclusiones programación MNA

        En lo que a la exposición permanente se refiere, desde Rizoma consideramos importante tener en cuenta la importancia de la conservación y divulgación del patrimonio, así como de la historia que, en este caso, no es única de España sino que muestra ante todo la historia y riqueza de otros lugares. Es importante, además, la lente que se utiliza a la hora de mostrar la colección en el siglo XXI, ya que, en nuestra opinión, la dificultad de esta colección reside en la intrahistoria que refleje.  Creemos que es complicado ver materializado con éxito todo esfuerzo en realizar una museo más inclusivo que inevitablemente incluye o aspira a incluir a jóvenes, inmigrantes, personas en riesgo de exclusión social y colectivos sociales LGTBIQ+, teniendo en cuenta las limitaciones que presenta la colección en cuanto a discurso contemporáneo se refiere, como ya hemos concluído en el análisis del patrimonio.

        Teniendo en cuenta las condiciones del museo tanto presupuestarias como espaciales (no es fácil plantear una programación escénica en este contexto) creemos que, sobre todo en los últimos tiempos, el museo ha hecho un esfuerzo enorme promoviendo la cultura desde distintas vertientes, consiguiendo cumplir un factor de difusión cultural más allá de su función exclusivamente expositiva.  En nuestra opinión, la programación cumple un amplio espectro, desde las conferencias y/o presentaciones del libro con un carácter más científico, ligados al espíritu antropológico que ha distinguido siempre al MNA desde su inauguración como gabinete, hasta actividades para familias, conciertos, espectáculos en vivo, etc.

        No obstante, desde Rizoma creemos que, dentro de la heterogeneidad que hace rica esta programación, haría falta crear un nexo común que pudiese, aunque solo fuese por temática o intención, agrupar la programación bajo un único hilo conductor.  Si bien es cierto que han realizado ciclos temáticos (Ubuntu es un claro ejemplo de esta modalidad) creemos que son generalistas, y que, de alguna manera, perpetúan ciertas divisiones, más que eliminarlas. Sentimos que esta falta de cohesión segmenta enormemente al visitante y/o usuario, provocando que la gran mayoría de usuarios se sientan atraídos por una parte concreta de la programación o por una única actividad, lo que limita ciertamente la capacidad del museo de fidelizar públicos en su totalidad.

        Por otro lado, sentimos que el gran reto para con el museo reside en la incapacidad en muchos casos de alejarse de una mirada antropológica más propia de inicios del siglo XX, pues a menudo parecen reflejar la perpetuación de distinciones de épocas coloniales, aun cuando la buena intención de dar cabida a “otras culturas” sea el motor que impulsa a la realización de actividades. Así, creemos que el museo debe llevar a la práctica su nuevo lema en todos los formatos, bajo todas las vertientes.

3.3. EDUCACIÓN Y MEDIACIÓN DEL MNA

3.3.1. Introducción

        A la hora de analizar la labor educativa del museo, nos centraremos en todas las actividades que desde el museo se celebran y que tengan un carácter educativo. En primer lugar, debemos mencionar que el eje central de su propuesta educativa se basa en los niños. Esto no afecta sólo a la programación de actividades, pues se trata también de un planteamiento estratégico de cara a los públicos. A día de hoy, el museo encuentra en el público infantil el máximo exponente de visitantes y es hacia donde quiere centrar su estrategia. Con ello no se quiere decir que descuide al público adulto o a los jóvenes, pero sí que, al ser las visitas infantiles de grupos escolares entre semana y las familias con niños los fines de semana una amplia mayoría de los visitantes totales, es comprensible que quiera fomentar y cuidar este porcentaje (véase apartado de públicos en el análisis de comunicación).
 

3.3.2. Actividades educacionales principales

- Visitas escolares

        Dentro de las visitas escolares, que durante el año se realizan en varios turnos prácticamente todos los días de entresemana, el museo plantea un tipo de recorrido según la edad de los alumnos, pudiendo éstas ser para escuelas infantiles, primaria o secundaria. Para ello, el departamento de difusión ha elaborado una Guía didáctica, la cual define ciertos criterios a tener en cuenta por los profesores a la hora de realizar las visitas, haciendo hincapié en lo relativo al mensaje y valores que se quieren transmitir mediante la colección expuesta.

         En el caso de las visitas para escuelas infantiles la actividad propuesta por parte del museo consta de un recorrido general y dos recorridos temáticos, uno dedicado a los indios americanos y otro a las zonas árticas. En estos recorridos se propone a los niños una visión hacia culturas desconocidas, mostrando cualidades positivas de las mismas. Previo a la realización de la visita, el museo facilita una guía a profesores en la que detalla alguno de los valores que se pretenden transmitir en las visitas, tales como el respeto al prójimo y al medio ambiente, el fomento de la convivencia, la lucha contra la discriminación y fomento de la convivencia, ejercicios que puedan motivar al alumno para que se fije en los detalles de las piezas y su posible significado. También contribuir, a través de la práctica anterior, a la mejora de la capacidad de atención y expresión oral de los alumnos, objetivos importantes para esta fase educativa, así como ejercicios de psicomotricidad y capacidad motriz, imprescindibles a esa edad. Algunos ejemplos son Bienvenidos a Nunavut o Nuestro pequeño mundo.

        Para el ciclo de Primaria, el museo también propone dos ciclos de recorridos temáticos (planteados para el primer ciclo de primaria) y un recorrido general. En la guía del profesor, como ya ocurría en el caso de las visitas de educación infantil, podemos sustraer algunos de los objetivos que el museo pretende obtener para con los niños. Van un paso más allá frente al ciclo anterior, pretendiendo de igual forma hablar de respeto y diversidad, pero también de autoestima y de la conciencia de la individualidad, así como ser conscientes del mestizaje racial y cultural. Se pretende también incidir en los vínculos históricos entre España y las regiones de Magreb, América latina y Filipinas, mostrando asimismo la cultura de estos lugares desde una perspectiva que resulte atrayente y lúdica. Como fue el caso de Rompiendo fronteras: todos iguales, todos diferentes.

  En lo que respecta al ciclo de Secundaria, el museo propone un recorrido general y otro temático, que en este caso se centra en las religiones del mundo. Con las visitas a adolescentes se pretende fomentar la convivencia y la interculturalidad desde uno mismo, así como concienciar sobre la tolerancia, la apertura de mentes y el respeto hacia otras realidades sociales o culturales. Un ejemplo fue Hábitats.

        A pesar de no realizarse durante el periodo escolar, mencionamos en este apartado la realización de los campamentos de verano, que tienen un carácter semanal y se realizan entre el 25 de junio y el 27 de julio, pensados para niños de entre 5 y 11 años. En este caso no se trata de un proyecto del propio MNA, sino de una colaboración con el Real Jardín Botánico, que es el organizador. Los campamentos se centrarán en cómo los seres humanos han viajado de un lugar a otro del planeta desde tiempos remotos y de cómo han ido siempre acompañados de animales y plantas. Hay dos campamentos distintos, uno centrado en los viajes y otro en las  plantas y animales.

- Actividades infantiles

        Dentro de las actividades planteadas para niños más allá de las visitas escolares, el museo mantiene a lo largo del año una propuesta de Juegos de pistas, con las que pretenden dinamizar las visitas de los niños a través de un recorrido en el que deben buscar pistas para poder resolver el juego una vez finalizada la visita. Cuentan con uno de carácter permanente, Los mil y un viajes, y otros que celebran de forma puntual como el que tendrá lugar este verano, ¡Nos vamos de vacaciones!, o el realizado con motivo de las pasadas fiestas navideñas ¡Viva la naturaleza!; todas pensadas para niños de entre 6 y 10 años.

        Por otro lado, a causa de las exposiciones temporales, el museo realiza una serie de talleres; el más reciente, celebrado con motivo de la exposición Aún lo pueden todo. 50 años de Madelman. Una mirada antropológica a la colección de José Manuel Cortés, tuvo lugar los dos primeros sábados del mes de junio y fue el taller Tal como jugábamos. Los Madelman y otros juguetes de antes, planteado para niños de entre 6 y 10 años, que mostraba a través de los juguetes cómo han ido cambiando (o no)  las dinámicas de juego y los juguetes entre la generación de los 70 y la actual. En alguna ocasión, el museo ha celebrado talleres fuera de esta dinámica, como por ejemplo los planteados para bebés (niños de 0 a 3 años). Esto no es frecuente, no ocurre con cada exposición sino ante una temática determinada, como fue el caso de la actividad Hilos de tierra, relacionada con la exposición de Tráfico de Esperanzas.

        Además, cabe mencionar que han creado, como herramienta interactiva para los niños con el museo, unos cuadernillos (MiniKIDS) con motivo de distintas exposiciones. estos se encuentran disponibles en recepción para quien los desee.

  Por último, es importante mencionar que las actividades infantiles que se realizan en el museo corren a cargo de la empresa El efecto Galatea. Esta empresa es contratada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte después de presentarse a concurso, en el cual se valora la parte técnica (vale un 45%) y la parte económica (vale un 55%). Esta empresa se encarga básicamente de gestionar la realización de la programación educativa, los recursos humanos y el montaje de los talleres y aporte del material necesario.
 

- Actividades para adultos

        En Rizoma nos gusta considerar la educación como un valor que no caduca con la edad, por lo que nos resulta interesante reparar en cualquier actividad artística y cultural bajo una mirada educativa. El MNA realiza un amplio abanico de actividades con un carácter divulgativo que se engloban dentro de la actividad educativa. Mencionar, por un lado, las actividades en familia, que se celebran de cara a las temporales y que promueven la relación entre padres e hijos a través de la cultura y la antropología. A menudo tratan también los vínculos entre abuelos y nietos, como fue el caso de la actividad Abuel@s y niet@s: tan lejos, tan cerca.

        Por otro lado, tienen una vasta oferta de actividades con un carácter divulgativo científico, más relacionado con la faceta antropológica y menos con la opción cultural/artística. Estas actividades tienen un marco heterogéneo: por un lado, encontramos actividades promovidas por el propio Ministerio ya sea de manera directa o a través de programaciones específicas, como la Semana de la ciencia, el Día de África o el Gastrofestival.

        Por otro lado, cada año la Asociación de Amigos del Museo Cauri celebra un curso anual, que este año, organizado en colaboración con la asociación Transformarse para Transformar y la Universidad Complutense, giró entorno a la temática de la antropología de género, bajo el título Sexualidades, géneros y cultura: miradas desde la antropología. Esta se centró en denunciar la falta de interés hasta los años 80 en los estudios de género en la antropología y los estudios sociales, si bien es cierto que ha tomado impulso sobre todo en los últimos años, convirtiéndose en el tema antropológico más prolífero.

        En el curso se habló de relaciones de género, mujer y feminismo, masculinidades, y diversidad sexual y afectiva… tanto por estudiosos de la materia como por personas que a través de breves testimonios nos hablarán de su experiencia, combinando la perspectiva académica con las vivencias cotidianas.

        Por último, las ya mencionadas presentaciones de libros; que normalmente no se rigen dentro de ningún ciclo o marco específico, sino que están más sujetas a la demanda o peticiones de editoriales o actividades académicas, por lo que nacen de una colaboración entre el museo y otras entidades.

3.4. CONCLUSIONES

        Ante todo, cabe mencionar el valor añadido que supone para este museo el marco de las actividades temporales. El MNA en un principio puede parecer un espacio de corte clásico y tradicional, tanto por su apariencia como por la colección permanente que alberga, pero como hemos visto a lo largo de este análisis esta institución está encontrando en la programación de actividades temporales una forma de reflejar y poner en práctica su nueva filosofía. Esto podemos observarlo en los llamados Ciclos culturales, una forma de acercamiento multidisciplinar y multifocal a la experiencia cultural y social de los diferentes colectivos migrantes, y, por otro lado, en el programa transversal llamado Personas que migran, objetos que migran… en el cual se da una cita periódica e ineludible con una comunidad de migrantes de una procedencia y que suele resultar en una exposición. Estos nuevos diseños de actividad demuestran un valor e intención de interactuar con el entorno que lo rodea , que a través de la colección permanente sería muy difícil, sino imposible, de llevar a cabo.

        Por ello, vemos que las nuevas líneas de actuación del museo tienden por la vía de la educación: el museo deja de ser un escaparate para pasar a ser un mediador entre los diferentes colectivos que conviven en nuestra sociedad. En este sentido, el marco de las actividades temporales se convierte en un espacio por el que poder encauzar todos los temas que nos atañen en la actualidad y que corresponden a las nuevas líneas filosóficas y de actuación que este museo ha trazado desde 2013, así como a los discursos contemporáneos que se están construyendo en torno a la Antropología.

        Profundizando en esta labor educativa, en cuanto a la gestión de esta, debemos tener en cuenta que esta recae en manos de una empresa externa, la cual compite con otras siendo el criterio de selección más importante el económico. Esto puede suponer un recorte de recursos a la hora de diseñar actividades y repercutir así en la calidad de los contenidos. No obstante, la calidad de las actividades no viene definida únicamente por los recursos materiales, sino también por sus contenidos y valores.

        El museo, desde luego, le da importancia a los valores que quiere transmitir a través de su exposición permanente a las diferentes edades tempranas (como podemos intuir por la elaboración de la guía para profesores), sin embargo, observamos que no reparan tanto en las metodologías empleadas y, si lo hacen, es desde un prisma más tradicional. En este sentido echamos de menos el modelo participativo en sus actividades de educación y/o mediación.

        La labor educativa más visible de esta institución se resume en actividades como las guías, charlas, debates, cursos y mesas redondas. Se tratan de actividades bastante unidireccionales, desde la institución hacia el público, no generan comunidad ni una relación horizontal entre el museo estatal y sus públicos. Más allá de su presencia física como receptores, los asistentes deben sentirse identificados o partícipes y así poder contribuir en la construcción del museo y su discurso. De hecho, tratándose de un museo que trata la ciencia de la Antropología en un contexto donde las sociedades son cada vez más heterogéneas, con más razón debería atribuirle a la labor educacional la dimensión del diálogo, es decir, fomentar la comunicación bidireccional entre institución y público, fomentar el pensamiento crítico y la inclusión.   

3.1
3.2
3.3
3.4
bottom of page