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análisis JURÍDICO

análisis jurídico

1.3.3 JURID

1.1. INTRODUCCIÓN AL MUSEO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA

1.2. HISTORIA

1.3. ÁMBITO LEGISLATIVO

1.3.1. El nacimiento de los Museos Estatales (s. XIX)

1.3.2. Creación del marco legal de los Museos Estatales (s. XX)

1.3.3. Proceso de modernización de las instituciones públicas (fin. s. XX)

1.3.4. Actualidad (s. XXI)

1.4. FORMA JURÍDICA

1.4.1. Rasgos identitarios: funciones y tareas

1.5. ESTRUCTURA DE GOBIERNO

1.5.1. El Director

1.5.2. El Consejo de Dirección

1.5.3. La Subdirección

1.5.4. Área de Conservación e Investigación

1.5.5. Área de Difusión

1.5.5. Área de Administración

1.5.6. Recursos humanos del MNA

1.6. NUEVAS LÍNEAS IDENTITARIAS: COMPROMISO SOCIAL

1.1. INTRODUCCIÓN AL MUSEO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA

        El Museo Nacional de Antropología es uno de los dieciséis museos estatales de España y se encuentra ubicado en un lugar estratégico, a la entrada del casco histórico de Madrid, concretamente en la esquina del Paseo de la Infanta Isabel y la calle Alfonso XII, muy cerca de la Glorieta de Carlos V (conocida por todos como Atocha) y del Paseo del Pardo (o Paseo del Arte). Está situado a pocos metros de dos de los lugares más emblemáticos de la ciudad: el Parque del Retiro y la Cuesta de Moyano; también junto al Real Jardín Botánico y el Real Observatorio Astronómico, las históricas instituciones de la Colina de las Ciencias, el proyecto ilustrado de Carlos III.

        Este edificio nos lo encontramos mirando al sur, junto a una de las principales “puertas” de Madrid: la Estación de Atocha; y por tanto en conexión con la urbe más activa y productiva, un sitio de referencia, un espacio de encuentro y construcción de valores.

        La dirección exacta es C/ Alfonso XII, 68 28014 – Madrid, y cabe destacar que, a pesar de los diferentes cambios en su denominación o, en ocasiones, función, su ubicación ha sido siempre este representativo edificio.

1.2. HISTORIA

        El Museo Nacional de Antropología constituye el primero del país dedicado a esta ciencia. Su creación se debe a la iniciativa de un médico llamado Pedro González Velasco, y que inauguró Alfonso XII como Museo Anatómico o Antropológico en 1875 (nombre derivado de los fondos más importantes, los de anatomía comparada). Además, a partir de la fundación del Museo se daban clases de anatomía, ya que se trasladó a él la Escuela Libre de Medicina. Todo ello se hallaba en estrecha relación con el concepto de antropología y etnología que existía en aquel momento, en que iba surgiendo oficialmente esta ciencia en España, siendo el doctor Velasco uno de sus instauradores.

        El doctor fallece en 1882, momento el que su viuda vende al Estado el museo y sus colecciones. A partir de 1889, ya como institución de titularidad pública, el museo pasó a depender del antiguo Gabinete de Historia Natural, convertido en Museo Nacional de Ciencias Naturales; y luego, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, bajo el nombre, primero, de Museo de Antropología, Etnografía y Prehistoria.

        Como todos los museos de Madrid, el Museo de Antropología, también cerró durante la Guerra Civil. Finalizada la Guerra, las nuevas autoridades del Ministerio de Instrucción Pública aprovecharon la necesidad de ponerlo de nuevo en funcionamiento para reorientar por completo su identidad, así como reordenar sus colecciones y la distribución arquitectónica interior, con la construcción de las galerías en el espacio central y el montaje de una nueva exposición permanente.

        En 1940, por Orden Ministerial, el museo fue rebautizado como Museo Nacional de Etnología, y siguió por su dedicación ya exclusiva a mostrar la cultura material de otros pueblos del planeta, en especial de aquellos que habían tenido un vínculo colonial con el imperio español, cuyos bienes culturales eran por ese motivo mayoritarios en las colecciones del museo, con el fin de dar testimonio de nuestra acción exploradora, colonizadora y misional en todo el orbe. En coherencia con esta visión del mundo, las culturas exóticas a las que ahora se dedicaba en exclusiva el museo, se distribuyeron en las nuevas tres plantas clasificándolas como exponentes respectivamente del “salvajismo”, la “barbarie” y la “civilización”. El hecho de que la temática del museo se circunscriba entonces monográfica y definitivamente, incluso de tan particular modo, al ámbito de la Etnología y la Antropología Cultural, y por tanto se aleje con claridad de cualquier relación con las Ciencias Naturales, hará que en 1962 se decida cambiarlo de adscripción administrativa y que pase a formar parte de la Dirección General de Bellas Artes, vínculo que ya no se ha alterado nunca. También en ese momento, el museo es declarado Bien de Interés Cultural y, por ende, su colección y edificio en el que se ubica. Además la institución, bajo la dirección de Esteva (1965-1968), Gil Farrés (1970-1982) y Romero de Tejada (1983-2013) abandonará gradualmente el sesgo colonialista para convertirse en un museo de vocación universalista en el que las diferentes culturas empezarán a recibir un trato de igualdad. Es entonces cuando la exposición permanente pasa a estar organizada por áreas geográficas, ordenación que aún hoy perdura.

        En 1993 recupera su antiguo nombre, Museo Nacional de Antropología, a partir de la fusión del Museo Nacional de Etnología y el Museo del Pueblo Español. El objetivo era, según explicaba Andrés Carretero en el primer número de la revista Anales, “superar la separación entre lo propio y lo ajeno, la dicotomía del nos/otros, […] para difundir los valores del pluralismo y la comprensión intercultural”. Desgraciadamente esta unión nunca llegó a consolidarse más allá de los papeles y ambas instituciones siguieron funcionando de manera independiente hasta que se volvieron a separar administrativamente en 2004, dejando a nuestro museo como el único que a partir de ese momento iba a detentar el nombre de Museo Nacional de Antropología, y creando el Museo del Traje Centro de Investigaciones del Patrimonio Etnológico, al cual se le asignaron las colecciones del antiguo Museo del Pueblo Español.

        Abortado el proyecto de fusión entre los dos museos, el que ahora quedaba como único Museo Nacional de Antropología se centró en acometer ya sin más dilación la misión encomendada: la difusión de los valores de la diversidad cultural.

        Con el paso del tiempo, el museo ha ido cambiando de denominación de la mano de nuevas concepciones o maneras de entender la antropología, poco a poco dejando atrás el estudio físico del ser humano, para centrarse en su dimensión cultural, y más concretamente en relación a las sociedades distintas a la nuestra. Naturalmente el museo ha sufrido altibajos y ha tenido que adaptarse y evolucionar repetidas veces para sobrevivir en diferentes marcos institucionales, políticos y sociales.

        Esto demuestra con claridad de que siempre ha mantenido y renovado el espíritu pionero que le imprimió el doctor, lo que además ha sido y es una de sus fortalezas. Ese espíritu al que, ahora el museo, quiere ser fiel y que le sirva de inspiración para, sin cambiar de “cascarón”, dar un nuevo paso adelante y transformarlo en un museo colaborativo y comprometido con la sociedad multicultural e intercultural de nuestros días en el marco de la antropología social.

1.3. ÁMBITO LEGISLATIVO

1.3.1. El nacimiento de los Museos Estatales (s. XIX)

        La Ley 16/1985 de Patrimonio Histórico Español y el Real Decreto 620/1987, por el que se aprueba el Reglamento de Museos de Titularidad Estatal y del Sistema Español de Museos, exponen una definición de museo en la línea proclamada por el Consejo Internacional de Museos (ICOM) que debemos tener en cuenta: 

«Son museos las instituciones de carácter permanente que adquieren, conservan, investigan, comunican y exhiben para fines de estudio, educación y contemplación conjuntos y colecciones de valor histórico, artístico, científico y técnico o de cualquier otra naturaleza cultural» (artículo 59.3, Ley 16/1985)

        A partir de esta definición se crea un nuevo concepto de museo volcado hacia el público, que aumenta sus funciones socioculturales, en el que se incorporan nuevos modelos profesionales y se trabaja en equipos multidisciplinares. La aparición de la institución museística en España va estrechamente ligada al coleccionismo Real, eclesiástico y nobiliario, de donde surgirán las dos grandes tipologías de museos en cuanto a su titularidad: los públicos y los privados.

        Los museos de titularidad pública tienen como base fundamental las colecciones Reales y eclesiásticas. En particular destacan la de Isabel la Católica, Carlos I, Felipe II, Felipe IV, Felipe V, Carlos III o Carlos IV. La Iglesia, por su parte, acumula a lo largo de los siglos el otro gran tesoro artístico de España, parte del cual pasará tras los procesos desamortizadores a constituir la base de los museos provinciales, también de titularidad pública.

        Acontecimientos del siglo XIX tienen un papel decisivo en la configuración de un marco museístico en España ya que, como sucede en el panorama europeo, es cuando nacen los museos públicos. En nuestro país, el primero de ellos fue el Museo Nacional de Ciencias Naturales (constituido en 1772 por Carlos III como Real Gabinete de Historia Natural).

        Tres hechos fundamentales que tienen lugar durante el siglo XIX son:

  • El proceso de desamortización de los bienes de la Iglesia iniciado en 1835, por el que una parte de sus bienes pasa a formar parte de los museos del Estado.

  • La creación de las Comisiones Provinciales de Monumentos en 1844 con el objetivo de crear y fomentar los museos provinciales, tanto de Bellas Artes como arqueológicos, asesorar a los gobernantes en lo relativo a Patrimonio Histórico Artístico e informar a las Academias.

  • La inauguración de algunos de los grandes museos públicos: Museo del Ejército (fundado por Real Decreto en 1803), Museo del Prado (creado por Real Decreto en 1818 como museo estatal y abierto al público en 1819), Museo Arqueológico Nacional (creado por Real Decreto en 1867) y Museo Antropológico (nacido como Museo Velasco en 1875).

        El proceso de creación de los museos españoles se completa con la creación por Real Decreto en 1867 de la Sección de Anticuarios, dentro del Cuerpo Facultativo de Archiveros y Bibliotecarios. El nombre de Anticuarios se sustituye por el de Arqueólogos en 1900.

1.3.2. Creación del marco legal de los Museos Estatales (s.XX)

        El siglo XX arranca con la configuración del marco legal que regulará el desarrollo de estas instituciones. Se normaliza la estructura orgánica de la Administración de Bellas Artes con el nacimiento del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes en 1900 y la aparición, por primera vez, de la Dirección General de Bellas Artes.

        Durante los primeros años del siglo se publican algunas normas fundamentales para el desarrollo de los museos, que regulan aspectos como su función docente (Real Decreto de 1901), el Reglamento para el régimen de los Museos Arqueológicos del Estado (Real Decreto de 1901), crean nuevos Museos Provinciales y Municipales (Real Decreto de 1913) o establecen los requisitos de enajenación de bienes histórico-artísticos propiedad de la Iglesia (Real Decreto de 1923).

        El texto legal más importante de esta primera mitad de siglo es, sin duda, la Ley de 13 de mayo de 1933 de Patrimonio Artístico Nacional que, debido a la complejidad de la situación legal de los museos en estos momentos, dedica, por primera vez un título completo a los museos, el título IV. En esta misma disposición se otorga a la Junta Superior del Tesoro Artístico la capacidad para promover la creación de museos públicos en toda España y cooperar en la organización y mejora de los existentes; así como para ejercer funciones inspectoras y protectoras sobre los museos.

        Durante el primer tercio de siglo se celebra en Madrid el Congreso Internacional de Museos (1933) y se fundan, entre otros, el Museo Nacional de Escultura Policromada (actual Museo Nacional de Escultura de Valladolid), el Museo de Arte de Cataluña (instalado en el Palacio Nacional de Montjuïc), o el Museo Arqueológico de Cataluña.

        Tras la Guerra Civil se inicia un periodo caracterizado por su afán renovador que se prolongará hasta los años cincuenta. En este periodo, se crearon nuevos museos, entre los que podemos citar: Museo de América, Museo Nacional de Artes Decorativas; Museos Arqueológicos de Burgos, Oviedo, Toledo y Tarragona; Museos de Bellas Artes de Granada, Santa Cruz de Tenerife y Vizcaya; Museo Etnológico de Zaragoza; Museo de Arte Contemporáneo de Madrid, etc.; y se realizan obras de ampliación en otros museos como el Museo del Prado.

        Por otro lado, en cuanto a documentación se refiere, se regulan unas “Instrucciones para la redacción del inventario general, catálogos y registros en los museos servidos por el Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos” (Orden de 1942). Además, se publican obras en torno a los museos españoles: desde 1940 y hasta 1953, la Dirección General de Bellas Artes publicó la revista de museos «Memorias de los Museos Arqueológicos Provinciales» así como el «Anuario-guía de los Museos de España» de María Elena Gómez Moreno (1955). También en este año, Juan Antonio Gaya Nuño publica la primera edición de «Historia y guía de los Museos de España», en la que figuran 211 museos.

        El final de este periodo se cierra con algunos acontecimientos importantes ocurridos en la década de los sesenta, como la creación del Instituto Central de Restauración y Conservación de Obras y Objetos de Arte, Arqueología y Etnología o la reorganización de la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Obras de Importancia Histórica o Artística. Finalmente, en 1968 se crea el Patronato de los Museos, que asumirá el gobierno y administración de los museos dependientes de la Dirección General de Bellas Artes (Real Decreto 522/1968).

        Así, Gaya Nuño publica la segunda edición de su «Historia-Guía de los Museos en España» en 1968, en la que registra 300 museos. Un año más tarde, Consuelo Sanz Pastor publica «Museos y Colecciones de España», donde relaciona 590 museos y colecciones.

        En 1973 se crea el Cuerpo Facultativo de Conservadores de Museos, heredero de la Sección de Arqueólogos del anterior Cuerpo Facultativo de Archiveros y Bibliotecarios. Y en 1977 se crea el Cuerpo de Ayudantes de Archivos, Bibliotecas y Museos.

 

1.3.3. Proceso de modernización de las instituciones públicas (fin. S. XX)

        Tras la instauración de la democracia en España se inicia un proceso de modernización en los museos. Los tres grandes acontecimientos que sientan las bases de este proceso de modernización son:​​

  • La creación del Ministerio de Cultura en 1977. En 1977 se crea el primer Ministerio de Cultura (Decreto 2258/77 de 27 de agosto), heredero del antiguo Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes y del Ministerio de Fomento. En cuanto a los museos, es responsabilidad del Ministerio de Cultura "el cuidado, dotación, instalación, fomento y asesoramiento de los museos y de las exposiciones". Entre los organismos que se crean para el desarrollo de estas funciones está la Dirección General del Patrimonio Artístico, Archivos y Museos, (actual Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales), en la que se integra la Dirección de Museos Estatales (hoy Subdirección General de Museos Estatales).

  • La promulgación de la Constitución Española de 1978, que supone una descentralización de poderes, surgiendo un nuevo modelo de organización territorial: el Estado de las Autonomías. A partir del artículo 148, "las Comunidades Autónomas podrán asumir competencias en las siguientes materias: museos, bibliotecas y conservatorios de música de interés para la Comunidad Autónoma". Según el artículo 149, "el Estado tiene competencia exclusiva sobre las siguientes materias: museos, bibliotecas y archivos de titularidad estatal, sin perjuicio de su gestión por parte de las Comunidades Autónomas".

  • La publicación de la citada Ley 16/1985 de Patrimonio Histórico Español es la que consagra un nuevo concepto de museo. Esta Ley de Patrimonio Histórico Español y el Real Decreto 620/1987, por el que se aprueba el Reglamento de Museos de Titularidad Estatal y del Sistema Español de Museos, exponen la mencionada definición de museo. También las Comunidades Autónomas han trabajado por el desarrollo de los museos, elaborando una normativa que incluye definiciones de museo cercanas, conceptualmente

 

1.3.4. Actualidad (s. XXI)

        En los últimos años, el panorama cultural y político, ha propiciado el impulso de importantes proyectos museísticos, tanto desde las instituciones públicas como las privadas. De hecho, a día de hoy, los museos constituyen centros culturales con una decisiva orientación social, donde, a las funciones tradicionales de conservación y documentación se han incorporado otras nuevas de carácter más social, las cuales permiten definir el museo como un centro de comunicación y disfrute para la ciudadanía. Valga como ejemplo el Plan Museos+Sociales impulsado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y que explicamos más adelante.

1.4. FORMA JURÍDICA

        A día de hoy, el Museo Nacional de Antropología forma parte del conjunto de dieciséis museos de titularidad estatal y gestión directa del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte que dependen de la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales y Archivos y Bibliotecas a través de la Subdirección General de Museos Estatales. No tiene por tanto autonomía jurídica, sino que es una parte integrante e inseparable de esta unidad administrativa de la Administración General del Estado, lo que conlleva una serie de restricciones y normas a cumplimentar en todos los aspectos.

1.4.1. Rasgos identitarios: funciones y tareas

        Los rasgos de identidad del museo –denominación, finalidad y organización productiva- fueron definidos en el Real Decreto 684/1993, de 7 de mayo, posteriormente modificado por el Real Decreto 119/2004, de 3 de enero.

       En ambos Decretos la definición de la institución (Artículo 1) y de su colección (Artículo 2) se mantine. La institución se define como: “El Museo Nacional de Antropología, dependiente de la Dirección General de Bellas Artes y Archivos, es una institución museística de categoría nacional”. Asimismo, la colección se define como: “La colección del Museo Nacional de Antropología está constituida por aquellos Bienes del Patrimonio Histórico Español pertenecientes a la Administración del Estado y que en la actualidad están asignados al Museo Nacional de Etnología y al Museo del Pueblo Español como fondos museísticos estables, así como por los que se incorporen en el futuro”.

En cambio, es el apartado de asignación de tareas y funciones donde se dan algunos cambios que queremos poner de manifiesto:

        Observando ambos, nos damos cuenta de que la principal diferencia, es quizás, el carácter colonialista del ya citado Real Decreto 684/1993, de 7 de mayo, con respecto al de 2004, que tiene un tono mucho menos imperialista, sin hacer tanto hincapié en la necesidad de mostrar “ordenadamente” los objetos que componen la colección permanente. En el documento de 2004 nos encontramos con un mayor afán de difusión del conocimiento y de interrelación.

        Con respecto al último punto de cada documento, que quizás es donde encontramos más variaciones, es necesario mencionar que la documentación de sus colecciones la realizan ahora, además de mediante el tradicional sistema de archivo analógico, a través del sistema Domus (gestión interna) y Ceres (de dominio público), que reúne información e imágenes de una importante selección de los bienes culturales que forman las colecciones de todos los museos integrantes de la Red Digital de Colecciones de Museos de España.

        En cuanto a la función de cooperación con otros museos, la encontramos materializada, por ejemplo, en el curso Redes de Museos en Iberoamérica. Propuestas para la articulación y el fortalecimiento de los museos en el espacio cultural iberoamericano, que pretendía crear un lugar de encuentro y trabajo conjunto. Para terminar, en general ambos documentos establecen las mismas líneas generales de conservación, divulgación e investigación para el MNA, las cuales se describen más detalladamente en el siguiente análisis referente al patrimonio.

1.5. ESTRUCTURA DE GOBIERNO

        En cuanto a su estructura gubernamental, el órgano rector del Museo Nacional de Antropología es el Director, del cual dependen la Subdirección y los Departamentos de Conservación e Investigación, Difusión y Administración. Como órgano asesor, existe también un Consejo de Dirección. A continuación especificamos y enumeramos las funciones de todos estos agentes, las cuales han sido asignadas en el ya citado Real Decreto de 2004.

1.5.1. El Director

  1. La dirección del museo es un cargo de libre designación del Ministro de Educación, Cultura y Deporte. El Director del MNA es nombrado por el Ministro de Cultura a propuesta del Director general de Bellas Artes y Archivos, tras la valoración por parte de una comisión técnica de los candidatos presentados voluntariamente al concurso de provisión del puesto convocado al efecto. El director actual, Fernando Saez Lara, fue seleccionado mediante este procedimiento el 16 de octubre de 2013.

  2. Corresponde al Director del Museo:

  • La representación ordinaria del Museo.

  • Impulsar y dirigir el ejercicio de las funciones y el desarrollo de las actividades del Museo, así como organizar y gestionar la prestación de servicios del mismo.

  • Coordinar los trabajos derivados del tratamiento administrativo y técnico de los fondos museísticos, de acuerdo con lo previsto en los capítulos IV y V del Título primero del Reglamento de Museos de titularidad estatal y del sistema español de museos.

  • Adoptar las medidas necesarias en el marco de su competencia para la seguridad del patrimonio cultural custodiado en el Museo.

  • Proponer a la Dirección General de Bellas Artes y Archivos las adquisiciones de Bienes de Interés Cultural.

  • Impulsar las relaciones de cooperación con otros museos, universidades y centros de investigación.

  • Elaborar y proponer a la Dirección General de Bellas Artes y Archivos el plan anual de actividades y la memoria anual del Museo.

  • Asumir cuantas otras funciones no estén expresamente encomendadas a los demás órganos del Museo y le correspondan, de acuerdo con las disposiciones de carácter general.

 

1.5.2. ​El Consejo de Dirección

  1. El Consejo de Dirección está constituido por el Director, que actuará como Presidente; el Subdirector, los Jefes de los departamentos técnicos y el Jefe del departamento de Administración que ejercerá la secretaría.

  2. El Consejo de Dirección ejercerá sus funciones asesoras sobre:

  • La política de adquisiciones del Museo, los criterios para la formación de la colección estable y las pautas generales para su exposición permanente.

  • El depósito de fondos museográficos en el Museo y de obras asignadas al Museo fuera de él, conforma a lo previsto en el Reglamento de Museos de titularidad estatal y del sistema español de museos.

  • La programación de las actividades culturales del Museo y las condiciones para su realización.

  • La determinación de las condiciones generales de la prestación de servicios al público, de venta de publicaciones y cualquier otra clase de objetos en las instalaciones del Museo y las de reproducción de sus fondos museográficos, todo ello de acuerdo con las disposiciones de carácter general.

  • La propuesta de perfiles para la más adecuada provisión de los puestos de trabajo de carácter científico y técnico.

  • La creación de nuevos departamentos y organización interna de los mismos.

  • La adjudicación de funciones al personal técnico de los diferentes departamentos del Museo, de acuerdo con las necesidades del Centro.

  • La distribución entre los departamentos de las correspondientes asignaciones dentro del presupuesto anual del Museo.

  • La composición del Consejo de Redacción de las publicaciones del Centro.

  1. El Director del Museo Nacional de Antropología, a propuesta del Consejo de Dirección, podrá reunir Consejos Asesores de carácter temporal, compuestos por especialistas e investigadores de reconocido prestigio y, en su caso, personal técnico necesario para el desarrollo, planificación y asistencia en las actividades específicas del Centro.

  2. El Consejo de Dirección ajustará su funcionamiento a lo previsto con carácter general para los órganos colegiados en la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico, de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común.

1.5.3. La Subdirección

Corresponden a la Subdirección las siguientes funciones:

  1. Coordinar la actividad de los departamentos técnicos del Museo.

  2. Programar la presentación de servicios de los mismos en coordinación con la Administración.

  3. Apoyar al Director del Museo en el ejercicio de sus funciones y sustituirle en caso de ausencia.

1.5.4. Área de Conservación e Investigación

  1. En el Área funcional de Conservación e Investigación se encuadran los siguientes departamentos técnicos: Conservación, Documentación y tres de Investigación.

  2. Corresponde al departamento técnico de Conservación:

  • Procurar las condiciones necesarias para la conservación preventiva de los fondos museográficos, tanto en almacenes como en salas de exposición.

  • Vigilar y controlar el estado físico de los fondos en almacenes o salas de exposición, así como en todo lo relativo a sus movimientos de cualquier índole.

  • Programar y realizar los análisis y exámenes necesarios para el conocimiento de conservación de los fondos y desarrollar las necesarias tareas de preservación, limpieza y restauración.

  • Informar sobre la conveniencia de préstamos temporales o depósitos de fondos museográficos en función de su estado de conservación y proponer las condiciones físicas para su traslado y mantenimiento fuera del Museo.

  • Organizar los sistemas de almacenaje de fondos museográficos de forma que todas las colecciones se encuentren ordenadas, accesibles y en las condiciones adecuadas para su conservación y estudio.

  • Gestionar el ingreso de fondos museográficos y los movimientos de los mismos dentro y fuera del Museo.

  • Colaborar con programas de investigación de instituciones ajenas al Museo en el área de su competencia.

  • Asistir al Director en la preparación de la memoria anual presentando, en todo caso, un informe sobre las actividades del Departamento.

  1. Realizar el registro de ingreso de fondos museográficos:

  • Organizar el archivo de expedientes de los fondos museográficos y elaborar los instrumentos de recuperación.

  • Archivar todo tipo de documentación técnica, gráfica, audiovisual, en cualquier soporte que genere el Museo.

  • La realización y control de los instrumentos precisos para la identificación, localización y recuperación de la documentación de los fondos museográficos, incluida cualquier forma de reproducción de los mismos.

  • Coordinar, controlar y suministrar a los órganos rectores y a todos los departamentos del Museo la información necesaria referente a los fondos museográficos, a su bibliografía y documentación para el mejor desarrollo de sus respectivas funciones.

  • Coordinar los repertorios documentales y programas de informatización.

  • Organizar y gestionar la biblioteca especializada y archivos documentales del Museo.

  • Prestar servicios de consulta y asesoramiento a los profesionales investigadores y al público en general.

  • Colaborar en programas de investigación de instituciones ajenas al Museo en el área de su competencia.

  • Asistir al Director en la elaboración de la memoria anual presentando, en todo caso, un informe sobre las actividades del departamento.

4.  Corresponde a cada departamento técnico de Investigación:

  • Elaborar los instrumentos de descripción y catalogación para el análisis científico de los fondos que tienen asignados.

  • Estudiar las necesidades científicas de incremento de los fondos.

  • Realizar investigaciones en el área de su competencia y emitir los informes científicos que le sean solicitados, incluyendo la recogida y registro de datos referentes al contexto de los objetos, por medio de trabajos de campo y, en su caso, acopio de esos mismos objetos en orden a su preservación y defensa.

  • Publicar y difundir los resultados de las investigaciones del Museo y supervisar el contenido científico de cualquier otra publicación del Centro.

  • Programar y proyectar la exposición permanente en su aspecto científico, así como colaborar en la organización de exposiciones temporales en el ámbito de su especialidad.

  • Proporcionar al departamento de Documentación la adecuada catalogación y clasificación científica de los fondos.

  • Colaborar en programas de investigación de instituciones ajenas al Museo en el área de su competencia.

  • Prestar servicio de asesoramiento e información a los investigadores en lo referente a los fondos del Museo y, en la forma que establezca la Dirección, de los Museos Estatales, en el ámbito de su especialidad.

  • Asistir al Director en la elaboración de la memoria anual, presentando en todo caso, un informe sobre las actividades de Departamento.

1.5.5. Área de Difusión

Corresponde al departamento técnico de Difusión:

  • Estudiar científicamente las características, necesidades y motivaciones del público.

  • Programar, proyectar y realizar las exposiciones permanentes y temporales en coordinación con los departamentos implicados en las mismas.

  • Elaborar medios de información con las técnicas adecuadas a su fin.

  • Evaluar científicamente la incidencia de las exposiciones en el público.

  • Organizar y colaborar en los planes de actividades culturales y en el desarrollo de programas de difusión que permitan un mayor conocimiento de sus colecciones y de lo que representan a la sociedad.

  • Gestionar la realización del plan de publicaciones del Museo.

  • Desarrollar la necesaria investigación sobre técnicas museográficas y colaborar con programas de investigaciones de instituciones ajenas al Museo en el área de su competencia.

  • Asistir al Director en la elaboración de la memoria anual presentando, en todo caso, un informe sobre las actividades del departamento.

1.5.6. Área de Administración

Corresponden al departamento de Administración las siguientes funciones:

  • La gestión económico-administrativa y el régimen interior de los servicios generales del Museo, la intendencia y el funcionamiento de los mismos, así como la gestión administrativa del personal.

  • El registro y los archivos administrativo y general del Museo.

  • La coordinación de los servicios técnicos de mantenimiento y limpieza, de vigilancia y de seguridad.

  • Cuantas otras funciones le encomiende el Director del Museo en el ámbito de su competencia.

 

1.5.7. Recursos humanos del MNA

        Una vez vistos los criterios generales establecidos para la estructuración gubernamental de los museos estatales, veremos detalladamente los recursos humanos de los que dispone el MNA para cumplir con sus funciones.

        Este equipo del museo lo integran, según los puestos, tanto personal funcionario como laboral, empleados públicos con diferentes perfiles y distintas cualidades que han accedido a formar parte de la plantilla mediante oposición o concurso público. Constituyen el núcleo básico de la estructura productiva y de servicio del MNA y garantizan el funcionamiento de la institución de acuerdo con el contexto normativo y los principios generales de la administración pública, los compromisos sociales adquiridos a través de su carta de servicios y sus planes estratégicos y, en última instancia, el interés general.

        Para determinadas funciones auxiliares –tales como la seguridad, la limpieza, el mantenimiento de las instalaciones, el mantenimiento informático y el servicio de animación cultural del museo cuentan con la ayuda de los colaboradores de diferentes empresas subcontratadas (Seguriber, Royca y Sermicro).

        El equipo técnico del museo está formado por 7 personas: 4 conservadores de museos, 2 ayudantes y 1 restauradora. Entre ellos, se reparten la gestión y la conservación de los fondos museográficos y documentales, la organización de las actividades y las acciones de comunicación y difusión, en resumen, las tareas que se corresponden con las funciones específicas de un museo.

Este equipo tiene una organización en la que conviven dos modelos: el museo de colecciones y el museo de funciones. Siguiendo el primer modelo, tres conservadores tienen la responsabilidad de la colección, ordenada según su procedencia geográfica: América por un lado, Europa por otro y África, Asia y Oceanía por otro. Siguiendo el segundo, la cuarta conservadora se encarga de las tareas de documentación y atención a investigadores, dos ayudantes de las de difusión, y la restauradora de las de conservación.

        La biblioteca, por falta de personal cualificado, la atienden 2 auxiliares administrativos y 1 oficial de servicios comunes «reciclados» mediante la práctica y la asistencia a cursos de formación.

        La carga de gestión administrativa que soporta el museo no es muy grande y parece que la asumen satisfactoriamente la administradora y una auxiliar administrativa: los trámites básicos de los recursos humanos, el seguimiento de los servicios externos contratados, el mantenimiento de las instalaciones, los gastos de «caja fija» mediante anticipos de la caja pagadora central de la SGME y los ingresos del museo.

        Los 30 trabajadores que actualmente integran el servicio de atención al público están organizados en dos turnos para así poder atender durante el horario de apertura del museo. Los domingos y festivos se alternan. Con el refuerzo procedente del Museo de Antropología Nacional, el tamaño de este equipo es más que suficiente para cubrir todos los puestos y que no se noten las bajas ni las vacaciones de sus miembros.

        En resumen, la plantilla del MNA es de las más pequeñas de todos los museos dependientes de la SGME (Subdirección General de Museos Estatales): 37 empleados públicos prestan sus servicios en el museo (temporalmente 43 gracias al desplazamiento de 6 personas del Servicio de Atención al Público del Museo Arqueológico Nacional mientras este permanece cerrado). De esos 37 empleados, 24 son laborales asignados al citado servicio y sólo 13 son funcionarios dedicados al trabajo técnico y administrativo.

        La plantilla, lejos de crecer, se ha visto reducida en los últimos años por traslado o amortización de puestos vacantes. Hay que sumar también las 13 personas que trabajan en el museo por cuenta de las contratas de seguridad, limpieza e informática. Y los becarios y alumnos de diferentes grados universitarios que realizan prácticas de 3 a 12 meses de duración en el museo.

1.6. NUEVAS LÍNEAS IDENTITARIAS: COMPROMISO SOCIAL

        Aunque mantiene las constantes vitales reguladas por los dos Reales Decretos que lo definen, desde un punto de vista jurídico, y se orienta en base al Plan de actuación redactado en 2013 por el director, el MNA está actualmente volcado, gracias a un nuevo plan estratégico que se halla en fase de redacción, en un proceso de renovación de sus contenidos, su identidad y de su capacidad de comunicar valores y de fomentar la participación ciudadana para el cumplimiento de su finalidad. Iniciativa que va de la mano del reciente Plan Museos+Sociales del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, en el que, junto al Museo de América, lidera el programa para el respeto a los valores de la interculturalidad.

        Los museos, como instituciones culturales de primer orden que trabajan con el poder de la memoria, responsables de la construcción y transmisión del conocimiento a partir del patrimonio cultural que conservan, y en el servicio que prestan a una sociedad plural y diversificada, asumen un compromiso dirigido a:

  1. Potenciar su dimensión social y la difusión de valores democráticos y de ciudadanía, estableciéndose como instituciones participativas y avtivas en la configuración de una sociedad plural.

  2. Promover los valores de igualdad, convivencia y tolerancia.    

  3. Incentivar la interlocución con la sociedad y alentar su participación activa en el museo.

  4. Impulsar su papel como herramientas estratégicas para lograr la cohesión y la integración social.

  5. Renovarse como una opción de ocio cultural atractiva para personas de cualquier edad, procedencia o formación.

  6. Facilitar la accesibilidad integral a sus espacios, contenidos, discursos y programación.

  7. Reafirmar su papel como espacios de conocimiento, de educación y formación, y de enriquecimiento personal.

  8. Fomentar el diálogo propiciando el conocimiento y el respeto mutuos.

  9. Contribuir a la consecución de una igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres.

  10. Participar en la creación de una conciencia medioambiental y progresaren el desarrollo de comportamientos sostenibles.

        Así pues el MNA se encuentra en un proceso de transformación en el que las exposiciones temporales cumplen un papel experimental muy importante, al igual que los talleres con migrantes, jóvenes y adolescentes y otros “nuevos públicos”, y mediante el que se van incorporando nuevos temas y perspectivas. El museo se transforma así en mediador y catalizador de los intereses de diferentes colectivos y no en emisor de una única visión monográfica de la riqueza cultural de la sociedad global.

        Y es que el MNA pretende ser un museo abierto a todo el mundo y en el cual, haciendo honor a su lema (Nos+otros), tengamos cabida tod@s: nosotr@s y l@s otr@s. Un museo en el que la multiculturalidad y la diversidad que existen en el mundo no sean sólo una realidad que se refleje con rigor y respeto, sino que constituyan la razón de ser, y en el que el motor sea el fomento del diálogo, la convivencia, el intercambio y el entendimiento entre los pueblos y sus culturas y los seres humanos que los forman.

        Por eso, en el museo están empeñados en poner de manifiesto la riqueza que nos aporta a tod@s esa diversidad cultural. Tratan de conseguir que todas las personas que habitan el planeta, sin excepción, gocen de los valores de la igualdad, la tolerancia, la libertad y la dignidad, sean cuales sean su condición social y sexual, sus creencias, su cultura, su identidad o su color de piel; lo que se refleja en las actividades que realizan y en las que la realidad de otras culturas, e incluso de la nuestra, se convierte en protagonista absoluto, invitándonos a reflexionar sobre nosotros mismos, nuestras circunstancias y el papel que jugamos en el mundo.

        El MNA también está comprometido con una actitud ecologista que se traduce en que aboguemos por un mundo más verde, saludable y sostenible para todos los seres humanos, y que nos impulsa a defender valores como el respeto por la naturaleza y el esfuerzo por llevar a cabo un aprovechamiento más equilibrado y responsable de los recursos del medio que nos rodea.

        En definitiva, el MNA aspira a consolidarse como un espacio/punto de encuentro y convivencia de personas y culturas, en el que los valores y las emociones humanas, combinados con la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente, sean la motivación principal. Todos estos valores pretenden recogerlos en un decálogo o código ético que se encuentra en fase de redacción y que en su momento peresentarán en su página web.

        Sin embargo, esta nueva línea e iniciativa que tinene el MNA, ya se deja intuir en sus actividades y página web por lo que también la veremos plasmada o entrelíneas a lo largo de todo el análisis.

IN. JURÍDICO
1.2 JURÍDICO
1.3 JURÍDIC
1.3.2 JURID
1.3.4 JURID
1.4 JURID
1.4.1 JURID
1.5 JURDI
1.5.1 JURID
1.5.2 JURID
1.5.3 JURID
1.5.4 JURID
1.5.5 JURID
1.5.6 JURID
1.5.7 JURID
1.6 JURI
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